Snippet
Mostrando entradas con la etiqueta Turismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Turismo. Mostrar todas las entradas

El Club Náutico de la Horadada tendrá que cerrar a partir del mes de octubre

Pese a la prórroga de la concesión para este verano, el propietario ha tenido que clausurar dos de sus tres plantas, por lo que no ha podido abrir el albergue 

20.06.11 - 00:03 -
5 votos

La Horadada tiene licencia para estar abierto hasta el 2 de octubre. / DM
Para ver el vídeo, hacer click en la foto.
El Club Náutico La Horadada, situado en la playa de los Peligros, abandonará las instalaciones en el mes de octubre, una vez se termine la prórroga de su concesión. Uno de sus propietarios, Fermín Ramón Ruiz, explicó que «según la licitación que salió concurso para la explotación del balneario de la Horadada para este verano, sólo podemos utilizar 150 metros cuadrados para la zona de restauración y otros 150 para el club náutico». Ello supone que han tenido que clausurar dos de las tres plantas del edificio, las que se utilizaban como albergue.
En estas condiciones, apuntó Ruiz, «es imposible continuar. De una plantilla de entre 18 y 20 personas, nos hemos tenido que quedar solo con seis personas. Para que luego el Gobierno nos diga que hay que crear empleo. Me temo que esto, a los funcionarios, no les importa demasiado».
La concesión que tenían les caducó el pasado mes de agosto. Desde entonces «todo han sido incertidumbres». El espacio no se ajusta a la Ley de Costas de 1988, que sólo permite instalaciones en la playa que no superen los 100 metros cuadrados construidos y los 50 móviles. El balneario mide 1.350 metros cuadrados.
En febrero de este año, Ruiz recibía por boca del delegado de Costas en Cantabria, José Antonio Osorio, la mala notica de que el edificio sería derribado, aunque sin llegar a especificar si antes o después del verano. Finalmente se decidió sacar una concesión temporal para la época estival y posponer la demolición.
Cierre del albergue
Ruiz, que lleva 25 años como arrendatario del balneario, lamenta «de corazón que este verano ya no podamos acoger los campamentos. A lo largo de estos meses llegábamos a tener entre 350 y 400 personas, la mayoría de comunidades cercanas a la nuestra. Como vienen cuando son jóvenes, a ir creciendo siguen viniendo a Santander, con lo que se contribuye a incrementar el turismo. Además, los padres de estos chicos también suelen venir a verlos y ello supone consumo».
En cuanto el nuevo Gobierno regional se constituya y esté un poco asentado «me reuniré con ellos y con el alcalde, a ver si entre todos podemos hacer algo. Les pediré que intercedan ante Costas en Madrid para salvar este lugar tan emblemático que lleva 40 años en pie».
Hace 25 años «que nos hicimos cargo de la concesión. Antes, la instalación era utilizada con fines hosteleros y para el baño (préstamo de sombrillas y vestuarios). Nosotros lo cogimos para montar la primera escuela de surf. Luego la fuimos ampliando y ahora es también de vela, windsurf, katesufr y piragüismo, entre otras actividades», explicó el arrendatario de La Horadada.
El Ayuntamiento ha defendido en sucesivas ocasiones esta instalación ante Costas, tanto en Madrid como ante la delegación de Santander. El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, tras una entrevista con el director general de Costas, Pedro Antonio Ríos, en Madrid, afirmó que «estamos dispuestos a que sea el propio Ayuntamiento quien solicite la concesión, en aras de que se mantenga un servicio que consideramos fundamental para los bañistas de esta zona».
Añadió que existen dos posibilidades, «o bien que nos quedemos solo con la parte correspondiente a servicios, que incluye los aseos y almacenaje para los servicios de Cruz Roja y Salvamento Marítimo (con quienes tenemos un convenio) o que se incluya en el acuerdo el club náutico». Por ahora, su futuro sigue siendo toda una incógnita.

La Folía, una fiesta con sabor marinero

San Vicente de la Barquera acoge este fin de semana la tradicional procesión marítima, una oportunidad para hacer turismo gastronómico.
La celebración de La Folía, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y una de las veintidós que han merecido esta distinción en Cantabria, constituye el acto más importante que se desarrolla a lo largo del año en San Vicente de la Barquera. La tradición cuenta que la Virgen llegó a aguas de la ría a bordo de una barca sin tripulación, ni velas, ni remos, ni timón, en un martes de Pascua. Desde entonces la denominan Virgen de la Barquera y en conmemoración de aquél día se celebra La Folía, que atrae cada año a miles de visitantes, que tendrán una oportunidad comprobar la fama de sus restaurantes, en los que el pescado y el marisco del mar Cantábrico son los productos estelares.
El acto central tendrá lugar mañana domingo, 8 de mayo. Tras los preámbulos religiosos de esta popular fiesta que se desarrollaron el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección con las procesiones de Las Antorchas y la del Encuentro, los actos festivos dieron comienzo ayer viernes, 6 de mayo, con la inauguración, a las 19.00 horas, de la exposición 'Señora de la mar y el viento' de José Ramón Lengomín en el Castillo del Rey. Hoy sábado, a partir de las 16.00 horas, tendrá lugar una prueba de casting de caña en la playa del Tostadero y, a las 19.00 horas en la plaza del Cantón, se ofrecerá el espectáculo infantil 'El viaje de la familia Iglúlix Eskimales'.
A las 20.30 horas comenzarán las tradicionales romerías y verbenas amenizadas por las orquestas Tarot y Pasito Show. Como anticipo habrá lanzamiento de fuegos artificiales a las 12.00 de la noche desde la Playona.
El gran día de La Folía, mañana domingo, los actos comenzarán a las 10.45 horas con un pasacalles de las Banda de Cornetas y Tambores de San Vicente. Una hora más tarde tendrá lugar la recepción de autoridades en el Ayuntamiento, a la que seguirá la tradicional misa que se oficiará en la Iglesia de Santa María de los Ángeles, cantada por la Coral Barquera. A su término, las calles de la villa se verán animadas con las actuaciones del coro Ronda La Encina y el grupo Enclave Tradicional.
Los actos más destacados de la fiesta se iniciarán a las 18.30 horas con la procesión marítimo-terrestre que partirá de la iglesia parroquial para recorrer las calles de la villa con la imagen de la patrona barquereña hasta llegar a la avenida Generalísimo en donde actuarán los Picayos.
Posteriormente, tras embarcar la imagen de la Virgen en el pesquero 'Justo Lecue', se iniciará la procesión marítima. Al concluir ésta, le seguirá el recorrido a pie desde el puerto pesquero, para finalizar en el Santuario de La Barquera en donde nuevamente volverán a actuar los Picayos. Una romería seguida de verbena podrán el punto final a la edición de 2011 de La Folía.
Por la puebla vieja
Uno de los referentes turísticos de la costa occidental y de toda Cantabria, San Vicente de la Barquera es una villa verdaderamente privilegiada. Disfruta de la comodidad de ser una localidad mo- derna que goza de todo tipo de ser- vicios, buenas comunicaciones, un magnífico entorno natural como es el del Parque de Oyambre, bellas playas, un casco antiguo bien conservado. La puebla alta, de trazado longitudinal, ha sido declarada conjunto histórico artístico. Desde su origen altomedieval, se amplió extramuros con los Arrabales de la Mar y de Tenerías.
Conserva importantes monumentos, testigos del insigne pasado de esta villa, turística, histórica y marinera. Hay que visitar la iglesia gótica, el Castillo del Rey y el palacio de los Corro, aunque las callejuelas también guardan gran encanto. También son interesantes las murallas, que van desde el castillo a la iglesia y bordean la ribera. Frente al palacio de la familia Corro se encuentra el mejor fragmento conservado de muralla, con gran puerta de entrada.
El casco antiguo de San Vicente de la Barquera fue declarado conjunto histórico-artístico y se trata de la zona más visitada por los turistas. Las panorámicas de la ría de San Vicente resultan espectaculares , a la vez que idílicas.
En la villa se venera la imagen de Nuestra Señora de la Barquera que, según la tradición, llegó en un barco sin tripulación.
El santuario ya existía en el siglo XV y es un reflejo de la tradicional religiosidad marinera de la villa. Existía la costumbre ancestral entre las tripulaciones que se hacían a la mar, de dedicar un saludo a la Virgen. La fiesta de La Folía tiene como acto principal la procesión terrestre y marítima de la Virgen de la Barquera.

Dos españoles recorren desde hace 3 años el mundo en barco
 Andoni y Lucía "hacen camino al navegar". Llegaron hace varios meses a la ciudad y decidieron hacer un parate antes de seguir con el viaje. Una experiencia de vida que sorprende
 
 

La pareja llegó por 10 días, pero desde hace tres meses está en el Club Náutico


"Anclaron" en Quilmes hace unos meses y se encuentran en el Club Náutico, esperando que llegue la primavera para reiniciar el viaje hacia la Patagonia. Andoni Gómez y Lucía Romero constituyen una pareja que hace camino al andar, parodiando a Antonio Machado, aunque en su caso el derrotero se hace "al navegar".
Hace casi tres años salieron de su ciudad natal, Bilbao, en España, con su barco Wind Chime (Repique del Viento) y han ido recorriendo mundo, habiendo arribado a Quilmes para quedarse por un tiempo, reparando el motor y aguardando que los vientos de fronda sean más favorables para seguir el viaje hacia la Patagonia.
Hoy ya son parte de la "tripulación quilmeña" del Náutico, donde se los reconoce por su don de gentes y su simpatía.
"Llevamos casi tres años en esta travesía", dice sonriente Lucía. "Primero fuimos por el Cantábrico, el norte de España, luego bajamos por Galicia, ahí nos quedamos un tiempo porque mi papá es de ahí y está mi familia, continuamos por Portugal hasta Lisboa y luego a las Islas Canarias. Se suponía que nos quedaríamos poco tiempo pero al final fue un año y medio, porque siempre se les van agregando cosas al barco. Aparte cuando se navega, se ve otra gente que está en la misma, que lleva más tiempo, que acaba de dar la vuelta al mundo, familias, y se ve cómo tienen el barco parado mucho tiempo, con mucho tiempo de amarra. Y se hace necesario incorporar cosas".
Andoni mecha que "también hay que trabajar, pues". Lucía aclara que "como había que comprar aparatos caros, se va la plata y hubo que trabajar. Lo hicimos seis meses en Canarias y el resto, estuvimos laburando (la chica también se ha ido porteñizando) en el barco y recorriendo las islas. Luego fuimos a Cabo Verde, un grupo de islas frente al Senegal".
"Cabo Verde fue bastante movido, por los vientos, ahí se bajó ella" dijo Andoni, quien se da maña para cumplir el manual de todo lo que debe hacerse en una embarcación.
"De Canarias a Cabo Verde lo hice solo con una perrita que teníamos y bajé con ella. Hubo un cambio brusco de temperatura, que se hizo sentir".
La pareja está entusiasmada con el acogimiento que han tenido en Quilmes. "Hace casi tres meses que estamos en Quilmes, en el Náutico. Como Machado decimos que estamos haciendo camino al navegar".

Una dictadura…

Andoni reconoció que "no sé si esto es espíritu aventurero, sí ganas de pasarla bien. Somos jóvenes, todavía no tenemos críos y nos gusta esto de navegar". Y quitan el mito de que los españoles, de los conquistadores a nuestros días, tienen la aureola de la aventura. "Los españoles no son muy aventureros, en todo caso eran, aunque ahora puede haber vuelto ese espíritu. No olvidemos que tuvimos una dictadura muy fuerte y nos erradicó toda la náutica que había. Cortó todo".
En algún momento la pareja debió decidir que iban a conjugar el verbo navegar. "Fue larga la decisión. Hace seis años que fui a comprar el barco a Florida", recuerda Andoni. "Y lo navegué a Bilbao, ahí lo preparé, durante un par de años, laburando mucho en el barco y finalmente salimos".
"No pensábamos estar tanto tiempo fuera de Bilbao pero sabíamos que el viaje iba a ser largo. Hoy tendríamos que estar bastante más avanzados, pero las cosas se dieron así. Desde casa es difícil planificar".
Por supuesto, no podía faltar la referencia a la familia. Andoni dijo que "mi familia está muy contenta, no tanto la de Lucía".
Ella apuntó que "la familia ya se acostumbró. Pero mi madre tenía mucho miedo al principio, pensando que su hija estaba por ahí. Se toman en cuenta las noticias, por el tsunami, las borrascas, etcétera".

Los lugares más bellos y el cariño quilmeño

Muchas anécdotas se han ido sumando en el viaje. "Olas que rotan encima, o temporales, o el pampero aquí casi al llegar" sostiene un hombre ducho en el tema marino. "Lo más movidito fue de Canarias a Cabo Verde, ahí el movimiento no paró. Ya salí de Canarias con fuerza 7, pensando que bajaría a la noche y en lugar de ello, subió. Ahí se fueron formando olas más grandes, rompió, entró agua…".
Andoni añadió que "siempre me gustó viajar, me gustó el sur y el velero te da todo esto. Además si te gusta el mar, también el velero. Decidí comprarlo para navegar y viajar. Hace de vehículo y de casa".
"No había navegado nunca hasta que me compré el velero. Sí pensaba que un día iba a salir sin saber cuándo volver".
Los dos son bilbaínos y en fútbol la simpatía está por el Athletic, el único club español integrado por jugadores de la ciudad. "Por eso soy hincha" sentenció el hombre, que recordó a otro famoso, como Urtain ese "brutote que rompía las piedras con la mano".
La pareja está muy contenta por el trato que reciben en Quilmes. "Veníamos para diez días y llevamos casi tres meses. Y ahora resulta que hasta setiembre no nos vamos. Se hizo tarde para bajar al sur y hay que esperar la primavera, porque pensamos ir a la Patagonia. Y después la meta serán las islas del Pacífico".
Con conocimiento de causa, Lucía habla del mundo. "Cuando se entra a recorrerlo uno se da cuenta de lo inmenso que es. Eso, para empezar. Se ven pocos sitios a pesar de que estés recorriendo grandes distancias. Te das cuenta de lo que te falta por ver y que nunca vas a ver todo".
En cuanto a lugares, por la belleza del paisaje, Lucía se inclinó por la isla brasileña Fernando de Naronha "que es una reserva natural".
Andoni señaló el gusto por el buceo, la pesca con fusil "y en Cabo Verde he visto unos bichos enormes".
El anclaje de la travesía periodística pasó por lo que se van a llevar de Argentina: "empanadas", ironizó él.
Sin embargo, al referirse a la parte humana los dos mostraron una coincidencia "mucho cariño. Tenemos aquí ya en Quilmes gente que es como de la familia. Tuvimos un problema de motor y por eso nos retrasamos. Hubo que reparar, y estamos muy agradecimos que haya sido aquí, en el Náutico".

Mallorca rebaja sus barcos a mitad de precio para acabar con la peor crisis de ventas

Un impuesto de matriculación del 12% que nadie más cobra en Europa ha sacado del mercado a la náutica mallorquina - El parón en la venta y alquiler de embarcaciones se ha contagiado a los servicios e industria que viven del naval

La escasez de ventas se nota en los muelles: otros años había lista de espera, hoy quedan plazas libres. En la imagen, Palma.
La escasez de ventas se nota en los muelles: otros años había lista de espera, hoy quedan plazas libres. En la imagen, Palma.  b. ramon

ALBERTO MAGRO. PALMA La náutica mallorquina no moja. Amarra en seco, que es más barato. Tras dos años de velas plegadas y barcos al pairo, la campaña 2011 comienza con olor a Trafalgar: se masca la derrota. Otra derrota: el año pasado fue el peor que recuerda el sector, con caídas en las reservas de amarres antes del verano de hasta el 30% en puertos como el de Alcúdia. Y para este verano las previsiones no son mejores. Ni en la venta de barcos, ni en el alquiler de yates, ni en la reserva de amarres, ni en la actividad de los astilleros dedicados al mantenimiento, que han vivido su tercer invierno consecutivo de galerna económica y brazos caídos con poco que reparar: si no hay barcos, no los hay para nadie.
Y no hay barcos. O más bien: no se venden barcos. "Ni siquiera a mitad de precio", insisten en el sector, en el que subrayan que el temporal que no cesa tiene su origen en un desplome sin precedentes de la compraventa de embarcaciones. "La venta de embarcaciones está parada, y eso repercute con dureza en todas las demás actividades relacionadas con el mar y la náutica", recalca Ricardo Ferrer, director del puerto deportivo de Santa Ponça, que sabe lo que se dice: ha visto cómo el chirriar de dientes de quienes pelean a diario por vender velas y yates ha degenerado en apreturas y sudores en las terrazas y fogones de los restaurantes que hay instalados cerca de la dársena. ¿Cómo? Lo dicho: si no hay barcos no los hay para nadie. Ni para astilleros, ni para clubes náuticos, ni para comercios y restaurantes. "Estamos renegociando con las empresas instaladas en el puerto que tenemos de alquiler porque lo están pasando mal", confirma Ferrer, que mete el dedo en la auténtica llaga del naval y la náutica: cuando no se venden barcos, no fluyen los euros, y cuando no fluyen los euros, no se crea empleo, solo deudas apuros para cuadrar el mes.
Y no fluyen los euros ni se venden barcos. Ni pequeños ni grandes. Ni cubiertas de lujo con suite a bordo, ni lanchas de proa afilada en mil travesías. Ni siquiera a precios que habrían dado risa hace tres años. "Hoy el que vende a la mitad de lo que pide tiene mucha suerte. He visto ventas de yates de 4 millones que se acabaron firmándose por 1,4 millones después de mucho tiempo. O de barcos de dos millones vendidos por menos de 700.000 euros", resume Pat Bullock, empresaria estadounidense que hace treinta años convirtió Mallorca en sede de su empresa de importación de barcos de lujo y hoy tira de memoria y experiencia para aseguran que el sector vive uno de sus momentos más delicados en la isla.

Descuentos de hasta el 70%
Con la oportunidad que eso conlleva, que toda moneda tiene dos caras: basta un sondeo rápido y superficial entre las empresas y webs de venta de barcos para encontrar en Mallorca veleros de 15 metros de eslora y seis años de vida por menos de 60.000 euros. O embarcaciones a motor de siete y ocho metros por menos de 50.000. O barquitas con motor a precios de coche de segunda mano.
Pero lo que es bueno para el comprador no suele serlo para el vendedor. "Es que si para vender hay que bajar un 65% el precio, ya me dirás", zanja Bullock, que se confiesa "muy pesimista": tres años luchando contra los elementos hacen mella hasta en la moral del capitán más curtido. Y los elementos rugen con fuerza, subraya Margarita Dahlberg, presidenta de la Asociación de Empresas Náuticas de Balears: "Es que estamos en una situación horrible que va a peor. Hay ofertas de más del 50% y no se está vendiendo nada. ¡Nada! El impuesto de matriculación nos está matando".
El impuesto de matriculación: la bicha para la náutica española, que habla de ese 12% que ha de pagar todo barco que navegue por aguas españolas como el enemigo común, el cáncer que curar, el factor clave que ha hecho que los muelles de Mallorca pierdan su posición de privilegio en favor de los puertos de Francia, Italia, Chipre o incluso Marruecos. De ello fue a hablarles a los diputados del Congreso Juan Gual, presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, una de las instituciones más vigorosas en la defensa de una actividad que consideran estratégica: la náutica. "Es prácticamente el único sector en que Mallorca va a poder crecer", recalca Gual, que enseguida se mete en harina: toca hablar de la bicha, ya saben, la matriculación y sus desgracias, que son muchas.
"Tenemos un sector náutico competitivo que no puede competir porque el Estado nos saca del mercado con un impuesto: ese 12% que no cobra nadie más en Europa contribuye a que nos hayan adelantado Francia e Italia, que hace 20 años estaban por detrás", argumenta Gual, que cree que sus señorías del PSOE, el PP y compañía abrieron los ojos al negocio cuando les explicó la situación en el Congreso hace solo una semana. "Lo comprendieron, creo, se dan cuenta de que es absurdo hundir un sector que genera 1.000 millones de euros al año y atrae 600.000 turistas por un impuesto con el que se recaudó el año pasado un total de 20 millones en España y 1.054.000 euros en Balears".

"Caza de brujas" en el mar
Las cifras son ridículas, pero bastan para matar al sector: ¿Quién paga 250.000 euros de impuestos por amarrar un barco en Mallorca si le cuesta exactamente cero echar el ancla en Córcega o Cerdeña? Para que se hagan una idea, Balears recauda diez veces más solo con el impuesto sobre el alcohol que con la matriculación de barcos. Por eso el daño es más psicológico que recaudatorio: el impuesto resta atractivo, aunque no actúa solo: según el sector se ve agravado por el impacto de lo definen como "caza de brujas" en el mar: "El año pasado vimos a la Guardia Civil intervenir en el mar para preguntar a turistas que están con un yate chárter cómo es que ellos son ingleses y su bandera es de Bahamas. Vienen a estar tranquilos y les salen con estas. Después de dos escenas de estas, pierden las ganas de venir a Mallorca", denuncia Gual.
Sus críticas encuentran respaldo en anécdotas similares de Pat Bullock y de Margarita Dahlberg. "Es una persecución. Están asustando a nuestros clientes. –recalca Dahlberg–. Lo hemos visto en las ferias náuticas de este invierno en París, Mónaco y Düsseldorf, donde vimos que hay negocio y gente interesada en venir a Mallorca que se echa para atrás por el impuesto de matriculación y por el miedo a Hacienda que, encima, cuando reclaman el 12% lo piden sobre el valor del barco que ellos quieren. Dicen que vale un millón y te cobran 120.000 euros. Si dicen que vale 2, pues el doble. No aceptan peritajes independientes"

Turistas con dinero
¿Resultado? Los barcos buscan horizontes menos turbulentos. "Tengo un montón de expedientes en mi mesa de barcos que quieren venir a Mallorca y que no vendrán porque no saben ni cómo les van a liquidar el impuesto de matriculación", define Bullock. Asiente Patrick Reynés, director de Marina Port de Mallorca y presidente de la Asociación de Instalaciones Náuticas Deportivas, que insiste en lo más importante: si no hay barcos, no los hay para nadie: "Por ese 12% se pierde mucho dinero de impuestos, porque esos barcos y quienes los usan compran en nuestras tiendas, comen en nuestros restaurantes, amarran en nuestros muelles, tienen aquí tripulaciones en invierno que consumen en Mallorca, y reparan sus embarcaciones en nuestros astilleros. Todo eso se pierde".
Y todo eso es mucho: una pila de euros. La tiene cuantificada la Cámara de Comercio, que ofrece cifras esclarecedoras: un turista náutico que llega a Mallorca se gasta cinco veces más que uno normal. Y está el doble de tiempo. O dicho en números, para los fanáticos del guarismo: el náutico se deja 1.260 euros por estancia, mientras el veraneante de a pie, el de chancla en aeropuerto, gasta 280 euros. Por eso interesa el náutico. Y por eso el sector y la Cámara unen fuerzas contra el impuesto que amenaza con dejar al mar y sus barcos fuera de la fiesta que se espera en la temporada que ahora empieza.
"Será un boom hotelero, no náutico", certifica Bartomeu Bestard, director del puerto Alcudiamar, que sabe que de los 6.000 barcos que Mallorca repara al año comen muchas bocas. Tantas como de los restaurantes y comercios que alimentan a navegantes y marineros. "Ese es otro error: se ve la náutica como algo de ricos y se olvida el empleo que da". Y en ese olvido zozobra un sector que amenaza con irse a pique. O eso teme Dahlberg: "No olvidemos que perder el mercado es duro, pero más difícil es recuperarlo. Y lo estamos matando". Por eso no se venden ni las gangas.

Tabernas y restaurantes alrededor del muelle y la plaza, en un singular ambiente

Encastado en una bahía estrecha, Cudillero todavía centra su vida en el trajín de los pescadores. En los últimos años han proliferado las tabernas y restaurantes alrededor del muelle y la plaza mayor. La localidad asturiana de Cudillero, una de las villas costeras más bellas del litoral del Cantábrico. cuenta aproximadamente con 2.000 habitantes. Las casas parecen colgadas de las colinasque circundan la villa. Tres empinadas laderas la rodean a modo de anfiteatro. Cudillero invita a perderse por sus callejuelas y escalinatas que conectan todos los rincones de la villa. Escabullirse por las intrincadas calles es un verdadero placer. En las casas se observa el ambiente marinero: redes, anzuelos, aparejos y largas cañas con las que se pesca la suculenta y exquisita merluza del pincho. De los balcones y ventanas cuelga el curadillo, pescado que se deja secar para que esté a punto de echar a la cazuela; antiguamente la mucha o poca cantidad de pescado colgado a secar marcaba las posibilidades económicas de cada casa.

La actividad principal de Cudillero es la pesca. Puede verse por la tarde la arribada de las barcas con su carga. Hace unos años, la rula o lonja de pescado estaba situada en lo que es hoy día el hogar de jubilados. La nueva rula se encuentra al final del puerto nuevo, donde podemos encontrar el pequeño astillero y nuevas edificaciones industriales relacionadas con el mar, que van configurando un nuevo aspecto de la villa.

Cudillero pasó a la historia de la literatura en la novela 'José', de Armando Palacio Valdés, quien, en su 'Rodillero' drescribía sin lugar a dudas a Cudillero.

Otra curiosidad de la villa es que aparece en la conocida película 'Volver a empezar', de Garci, primer oscar del cine español.

Los habitantes de Cudillero reciben el nombre de pixuetos, apelativo que ostentan con gran orgullo y que realmente no se sabe a ciencia cierta de dónde procede. Hay que decir que al suculento rape se le llama pixín, cosa que hace pensar que la raíz de ambos vocablos es la misma, es decir que provienen seguramente de la voz 'pix'(pez).

La palabra Cudillero tiene su origen en 'codo' o 'codillo', debido a la especial forma de la villa. En el siglo XIII se llamaba Codillero. En el pasado, la villa estaba dividida en dos barrios, el de la Cai o parte alta, ocupado por los 'caízos', y el de Cuideiru o parte baja, junto al puerto, habitado por los 'pixuetos'. Los primeros ejercían oficios terrestres, los pixuetos eran, como reza su nombre, pescadores.

Los pixuetos menospreciaban a los aldeanos o caízos, de los que afirmaban que sólo compraban caballa y chicharro, es decir, pescado de inferior calidad.

El edificio más antiguo de la capital pixueta es la capìlla del Humilladero, gótica del siglo XIII, aunque la que hoy se conserva es sólo una parte de la capilla primitiva, que estuvo siempre ligada a las devociones de las familias marineras. También levantada por iniciativa del Gremio de Mareantes es la iglesia parroquial de San Pedro, de mediados del siglo XVI, empezada por el maestro de obras de la catedral de Oviedo y reformada varias veces más tarde. El edificio del Ayuntamiento se levantó, bajo la dirección de Coello, a mediados del siglo XIX, en el solar donde estuvo la fortaleza medieval de los señores feudales de Omaña. No se debe olvidar visitar, en el pueblo de El Pito, el conjunto monumental de la familia Selgas. Es también interesante la visita al faro.

Si Cudillero de día es hermoso, de noche, con una excelente iluminación, es de una gran belleza. La villa tiene atractivos con los que a veces no repara el visitante. Aparte de perderse caminando por las calles de Cudillero, se puede subir hasta el mirador. Por la tarde es una delicia pasear hasta el puerto. Con ganar de moverse un poco, se puede llegar hasta el final de la barra, en el puerto nuevo.


Viniendo por la carretera N-632, pasados Oviedo y Avilés (ciudades a las que no es necesario entrar), se debe tomar la dirección de Ribadeo-A Coruña. Aproximadamente a unos veinte kilómetros, se encuentra la primera entrada a Cudillero, por el pueblo de El Pito.

Es una entrada muy agradable, pero hay que seguir con el coche hasta el gran aparcamiento que se encuentra al final del puerto nuevo.

Siguiendo por la carretera, sin entrar en la entrada de El Pito, a unos pocos kilómetros se encuentra la entrada a Cudillero por Las Dueñas. Aquí existen dos opciones, seguir a la derecha por el pueblo de Villademar y llegar también al aparcamiento, o seguir recto por la nueva carretera hasta el aparcamiento. Hay que señalar que el último tramo de esta buena carretera es bastante empinado.

Para información en general, el aparcamiento grande tiene mucha capacidad y caben a la vez un número importante de autocares. A partir de ese instante, hay que paladear el ambiente pesquero, paisaístico y pesquero de la villa.

www.eldiariomontanes.es