Snippet

En el rápido naufragio del 'Lusitania' triunfó el instinto de supervivencia sobre el altruismo del 'Titanic'

El ‘Titanic’, a punto de iniciar su primera y última singladura, el 10 de abril de 1912.

Dos horas y poco más. Eso es lo que separa el egoísmo de la solidaridad. También es la diferencia de tiempo entre lo que tardó el Titanic en hundirse, golpeado por un iceberg, y el Lusitania, enviado al fondo del mar por un submarino alemán. Ahora, unos investigadores sostienen que la rapidez con la que se hundió el segundo hizo que el grito de "sálvese quien pueda" se impusiera sobre el de "las mujeres y los niños primero".

El Titanic se sumergió 2 horas y 40 minutos tras el choque, en la madrugada del 15 de abril de 1912. Por su parte, el Lusitania se fue a pique sólo 18 minutos después de que le alcanzara un torpedo, el 7 de mayo de 1915, en plena I Guerra Mundial. En un estudio que publica PNAS , tres investigadores (de las universidades suizas de Zurich y Basilea y de la de Queensland, en Australia) muestran que, aunque la tripulación y el pasaje de ambos eran similares cuando zarparon, el perfil de los supervivientes fue muy diferente en cada caso.

Supervivientes diferentes

Los capitanes de los dos transatlánticos dieron orden a sus oficiales de que se siguiera la norma de dar prioridad a niños y mujeres en los botes salvavidas. Así ocurrió en el Titanic, donde 290 mujeres, de las 460 que tenían pasaje, se salvaron. Con los niños pasó lo mismo. Eran 115 y sobrevivieron 61. La peor parte se la llevaron la tripulación y los hombres de entre 16 y 35 años.

Sin embargo, en el caso del Lusitania, donde los oficiales no tuvieron tiempo de transmitir la orden, las cifras se invierten. Casi 300 mujeres, de las 483 que iban a bordo, se ahogaron.Apenas se salvaron niños (sólo el 25% de ellos). Aquí, la mayoría de los 636 supervivientes fueron hombres en la flor de la vida. Hubo también una cifra muy alta de tripulantes que se salvaron: 413 de 691, en especial varones.

Instinto de supervivencia

Para los autores del estudio, el factor tiempo es la clave para explicar estas diferencias. "Los resultados sugieren que hubo una mayor competencia (de los más fuertes) por sobrevivir en el Lusitania", escriben. En el Titanic, al contrario, "las normas sociales se mantuvieron mejor y hubo también una mayor disposición de los hombres a ceder su sitio en los botes salvavidas". Aunque la biología impone, en situaciones de vida o muerte, el instinto egoísta de supervivencia, si hay suficiente tiempo, las convenciones sociales afloran.

La clave es el tiempo. Como explica el profesor de la Universidad de Tecnología de Queensland , Benno Torgler, y coautor del trabajo explica: "Observamos una reacción instintiva a un peligro percibido en una primera fase. Tras un tiempo, llega un periodo de calma donde las órdenes de las funciones cerebrales del neocortex comienzan a imponrse a las respuestas instintivas que lleva al cambio hacia conductas prosociales". En el Titanic, tras el pánico inicial y el disparo de la adrenalina, con el paso de los minutos, los hombres cedieron al altruismo. En el Lusitania, primó el instinto de salvarse y sobrevivieron los más fuertes.

El factor de la clase social también sostiene la hipótesis de los investigadores. En un tiempo donde las diferencias de clase aún se explicaban por razones naturales, unos creían tener más derecho a salvarse que otros. En el Lusitania apenas hubo diferencias de clase entre los supervivientes. Pero en el Titanic, "los pasajeros de primera clase, y en parte también los de segunda, se procuraron el mismo trato preferencial respecto al acceso a los botes que estaban acostumbrados a recibir en el barco", dice el estudio. De hecho, ninguno de los pasajeros de tercera clase que iba en el Titanic logró sobrevivir a la tragedia.

Historia de dos tragedias

‘Titanic'

El ‘Titanic' partió del puerto británico de Southampton con destino a Nueva York con 2.207 personas a bordo, 1.321 pasajeros y 886 tripulantes. Murieron 1.517.

El choque se produjo frente a las costas de Terranova (Canadá). Había sólo 20 botes salvavidas, con capacidad para 1.178 personas, el 52% del total.

‘Lusitania'

El ‘Lusitania' llevaba a bordo a 1.949 personas, 1.258 pasajeros. Fallecieron 1.313, casi el mismo porcentaje que en el ‘Titanic'.

Alemania advirtió de que atacaría los barcos ingleses en el Atlántico. Un ‘U-boat' lo torpedeó frente a la costa de Irlanda. EEUU usó la muerte de unos 230 compatriotas para entrar en la guerra.

www.publico.es

Algunos miembros de la tripulación aguardan en el navío el buen tiempo. | Esther Lobato

Algunos miembros de la tripulación aguardan en el navío el buen tiempo.

La cresta de la arboladura de un galeón como los que escribieron la página más gloriosa de la historia náutica española vuelve a asomar en los muelles de Sevilla, en el mismo río del que partieron hasta 1717, todos los barcos de la flota de Tierra Firme que enlazaba la metrópoli con el Nuevo Mundo.

El galeón 'Andalucía' es una réplica de aquellos mercantes artillados en cuyas bodegas arribó a Sevilla la plata de Potosí y Zacatecas que surcaban el Atlántico y el Pacífico, llamado por entonces el Mar Español.

El Navío de la China -en realidad, una flota entera- enlazaba, de año en año, el puerto mexicano de Acapulco con Manila. Ahora, el destino es distinto pero no está lejos: Shangai, donde se va a celebrar de mayo a octubre una exposición universal. El galeón 'Andalucía', armado por la Fundación Nao Victoria, pretende convertirse en el embajador de la comunidad autónoma en la Exposición Universal de Shangai, a donde tiene previsto llegar a primeros de julio.

[foto de la noticia]

Singladura novedosa

El galeón desplaza 589 toneladas y está construido en los astilleros de Isla Cristina con madera de iroko (procedente de África), roble y pino. Por delante tiene más de 90 jornadas de navegación y casi 10.000 millas náuticas desde el puerto fluvial de Sevilla hasta el mar de la China Meridional.

La singladura es lo único novedoso en el galeón. La ruta de las especias que enlazaba Europa y Asia doblaba el cabo de Buena Esperanza una vez que el portugués Vasco da Gama estableció la ruta. Ahora, la embajada flotante andaluza alcanzará el Índico tras atravesar el canal de Suez.

Está tan perseguida la recreación de época que, eso sí sin pretenderlo, la derrota atraviesa varios puntos calientes de la piratería del siglo XXI. Sería irónico, bromeaba el presidente de la Fundación Nao Victoria, Juan Salas Tornero, que un galeón español llevara escolta de una fragata británica, francesa u holandesa, que todas esas naciones rivales concedieron patentes de corso para asaltar la flota de Indias.

[foto de la noticia]

Casi mil metros cuadrados de velamen

A todo trapo, esto es, desplegando los 965 metros cuadrados de su velamen para capturar vientos de fuerza 3 ó 4, el galeón desarrolla una velocidad de crucero de 7 nudos, menos de 15 kilómetros por hora en su equivalente terrestre. Insuficiente a todas luces para escapar de un ataque pirata.

Salas Tornero, que preside la fundación que ha corrido con la aventura, ha explicado que su primera intención era embarcar una dotación del Tercio de Armada, el primer cuerpo de 'marines' del mundo creado precisamente para defender los galeones de la carrera de Indias de asaltos.

Pero finalmente, los infantes de Marina no se enrolarán en la tripulación de cuarenta personas (no sólo hombres) encargada de maniobrar el buque, que cuenta con motores auxiliares para fondear y la más completa tecnología de ayuda a la navegación. A efectos de seguridad marítima, el galeón está reconocido como mercante de 52 metros de eslora y 10 de manga a pesar de los obenques y las jarcias de sus palos.

Comodidades inusuales

Al prescindir del espacio útil de la bodega, se han incorporado comodidades inusuales en un barco de época como un camastro por tripulante y un pañol con letrinas y aseos impensable para aquellos marineros que evacuaban aguas mayores por la borda.

La gambuza permite conservar alimentos refrigerados, por lo que tampoco tendrán que recurrir a la triste galleta con que malcomían los tripulantes de la época. Y tampoco habrá de recurrir a las aguadas para renovar el líquido a bordo.

A bordo, está pensado para reproducir con total fidelidad los barcos de época. Los artesanos de Valverde del Camino han donado los muebles del camarote del capitán con las mismas hechuras con que se hacían hace tres siglos el mobiliario de abordo de los galeones.

Repique de campanas

Y el arzobispo de Sevilla se ha comprometido a que todos los campanarios de la ciudad repiquen cuando zarpe el barco como sucedía cuando la flota de Indias se echaba a la mar. Habrá misa de galeones, oficiada por monseñor Asenjo, y espejo con pintura de la Inmaculada(aunque con el rostro de la Esperanza de Triana) como llevaban los barcos españoles.

"Si fuimos los mejores en el XVII, a ver si somos los mejores en el siglo XXI", declaró entusiasta Juan Salas Tornero, al explicar que la función del galeón 'Andalucía' como embajada flotante de Andalucía es servir de lugar de encuentro entre empresarios, instituciones y hombres de negocios de Andalucía y de Asia: un peculiar tornaviaje del galeón de Manila.

Los sevillanos podrán visitar toda la semana el buque, fondeado en el muelle urbano de las Delicias, en horario de 12 a 19 horas durante el puente festivo de Andalucía y de 16 a 19 horas hasta el domingo 7 en que se prevé que pueda levar anclas rumbo a China.

www.elmundo.es