Check List previo a zarpar
Autor: Valentín Manolio. www.paranauticos.com | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
A no desesperar, de estos náuticos se aprende...es cuestión de invertir sus prioridades y hacer exactamente lo contrario. Por suerte para mi, desde chico, conocí más de los otros. Excelentes navegantes, de los cuales aprendí de la mejor manera: con el ejemplo. En la náutica, al igual que en el buceo, existen riesgos implícitos y propios de la actividad y del medio acuático común a ambos. El mismo es cambiante por factores climáticos, de mareas y corrientes. No es solo diversión y placer. Literalmente, no se puede esconder la cabeza bajo la tierra. En ambas disciplinas estos riesgos se reducen, de manera drástica, si uno cumple con las medidas de seguridad, chequea su equipamiento, planifica sus derrotas / inmersiones, prevé un plan de contingencia, e informa ésto previamente a todos los involucrados. Es por eso, que una conocida frase entre los buzos, dice: (Do you) "Remenber when sex was safe and dive was dangerous?" ("¿Recuerda cuando el sexo era seguro y bucear era peligroso?") ¿Será esto cierto? Analicemos brevemente el tema. Hoy, quienes buceamos con habitualidad, contamos con equipos tecnológicamente muy superiores a los de hace 15 años atrás. Accedemos a conocimientos e información técnica on-line más precisa, fruto del avance entre otras cosas, de nuevos métodos de diagnóstico médico, ésto hace al buceo muy seguro. También porque, mayoritariamente, hemos mecanizado ciertos hábitos y ciertos umbrales de seguridad de los que nadie reniega. No "queda mal" ser responsable y prudente, sino todo lo contrario. En buceo, dependiendo de la complejidad del mismo, un simple descuido puede ser fatal u ocasionar graves consecuencias para la salud. Con lo cual, hasta el más temerario y aventurero de los buzos "hace los deberes", previo y post inmersión. ¿Qué nos pasa en la náutica? La cosa está un poco más mezclada. Tiene un tono más social. A diferencia del buceo, podemos conversar, comer y beber a bordo mientras practicamos el deporte (a excepción de los monotipos claro está). Hay quienes lo practican porque les apasiona, lo hacen durante todo el año y bajo cualquier condición, ya sea compitiendo en regatas o realizando extensos cruceros. Otros, ocasionalmente, cuando está soleado y constituye un grato momento para compartir con amigos. En el río nos encontramos todos. Algunos pasan generando olas dignas de un tsunami, creyendo que velocidad y fuerza matan conocimiento y discreción. Otros maniobran sus embarcaciones con admirable precisión suiza. En suma pareciera que navegar es más una actividad distendida que un auténtico deporte con reglas y pautas preestablecidas, por lo cual nuestros umbrales de atención y prevención se desdibujan. El tema se complica cuando cambia el clima o sucede algún hecho imprevisto durante la navegación y hay que actuar, sin mucho tiempo para pensar que es lo que se debe hacer. ¿Estamos preparados? ¿Tenemos a bordo los elementos necesarios? Una mirada a nuestro pañol, será de gran ayuda en esas circunstancias. Elementos de seguridad: independientemente de que naveguemos a vela o a motor, o de la zona de navegación de que se trate, hay una serie de elementos mínimos que debemos llevar a bordo. Los exige la ordenanza marítima pero, también, el sentido común. No se trata de una lista hecha al azar sino de lo mínimo e indispensable que una embarcación debe llevar, de acuerdo con el tipo de navegación que se proyecte, para garantizar la integridad de sus tripulantes ante un eventual siniestro. Existen cuatro grupos de elementos, claramente diferenciados, que debemos contar a bordo de nuestras embarcaciones:
En próximas notas desarrollaré el tema de cada grupo en profundidad. Sin embargo, quiero anticipar hoy una modesta contribución para ayudarnos a recordar 20 pasos elementales y necesarios previos a una navegación a efectos de mejorar nuestra seguridad.
La tabla es sencilla y no merece mayores explicaciones. La idea es brindar una guía básica, de fácil lectura, que nos permita una rápida verificación de nuestro barco, previo a zarpar o cuando planeamos la salida, con el propósito de mecanizar ciertos hábitos de control. La misma es un extracto de la que oportunamente se desarrolló para las singladuras de nuestras clínicas oceánicas. |
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