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El puerto riosellano, referencia comarcal

El fin de los trabajos permitirá a la villa contar con 231 plazas para embarcaciones deportivas

El puerto riosellano, referencia comarcal

Ayer concluía la instalación de la sexta palanca de pantalanes del puerto deportivo de Ribadesella. Se trata de un embarcadero flotante que discurre perpendicular a los otros cinco y en paralelo a la calle del Coronel Bravo. Dispondrá de un acceso directo a través de la rampa ubicada frente a la sede de la Cruz Roja. El único inconveniente apreciable entre los vecinos es el intenso color azul de los flotadores sobre los que se apoyan las dos nuevas palancas. Aún así, este segundo proyecto de ampliación que se ejecuta en la estación náutica riosellana no se ha dado por concluido porque aún quedan importantes detalles. Entre ellos, la instalación de los 'fingers' que delimitarán los amarres.

En cuanto finalicen esos trabajos, Ribadesella pasará a contar con 231 plazas para embarcaciones deportivas con todo tipo de servicios: agua potable, torretas con alumbrado, energía eléctrica individual y dispositivos contra incendios. El concejo refuerza así su imagen dentro de las villas náuticas del Cantábrico y se consolida como el principal puerto de refugio en el tramo de costa comprendido entre Gijón y Santander. La idea es que en el futuro, éste y otros pequeños puertos, pasen a depender del ente de gestión portuaria que creará el Principado para aquellas dársenas de su competencia. Se creará el suficiente número de escalas portuarias para que los muchos aficionados a la náutica del continente europeo se detengan el mayor tiempo posible en Asturias y aumenten así su consumo en nuestra comunidad.

El puerto deportivo de Ribadesella se inauguró el 19 de diciembre de 2003. Hoy hace seis años. Comenzó su andadura con sólo tres palancas de pantalanes y 91 atraques. Seis años después ha duplicado el número de palancas y casi triplica su capacidad. Los trabajos de esta segunda ampliación comenzaron en el pasado mes de febrero con el dragado de la dársena y su canal de entrada. Unas labores que requirieron de la participación de hasta cuatro gabarras diferentes para sacar el trabajo adelante. Las dos primeras no dieron el resultado esperado, pero las sustitutas completaron la actuación con ligereza. Una de ellas aún se mantiene en el puerto de Ribadesella con lo que aún se entiende que no ha dado por concluido su trabajo.

El proyecto se presupuestó en 1.218.000 euros, aunque por el camino fue objeto de importantes modificaciones. De hecho, el embarcadero que ayer quedó instalado a lo largo de la calle del Coronel Bravo no estaba proyectado inicialmente. Sólo se preveía una quinta palanca interior de 22 'fingers' junto al Muellín y doce fingers más en la pasarela central de distribución. Al final estos últimos se suprimieron y se optó por crear el sexto muelle flotante paralelo a la mencionada calle, siguiendo así la idea original del primer puerto deportivo proyectado por el Ejecutivo de Sergio Marqués. De hecho, éste llegó a colocar su primera piedra el 24 de mayo de 1999. Era un puerto con 90 amarres y 304 millones de pesetas de presupuesto. En el actual ya llevan gastado más de 4 millones de euros.

fuente: www.elcomerciodigital.com

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