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El 35% de las embarcaciones de recreo surca los mares sin haber pasado la inspección técnica

El 86,45% de estas naves tiene menos de ocho metros de eslora, no son yates de lujo

El 35% de las embarcaciones de recreo surca los mares sin haber pasado la inspección técnica

De las 234.500 naves matriculadas, un tercio carece del seguro obligatorio de Responsabilidad Civil o de una póliza para Daños
Barco de recreoMiguel Ángel Valero.– Alarma en el mar. De las 234.500 embarcaciones de recreo matriculadas en España al finalizar el pasado ejercicio, entre un 30% y un 35%, según estimaciones de Comismar, firma especializasda en inspección y peritación de averías en estas naves, no se molestan en cumplir con la inspección técnica, y por tanto no tienen el certificado de navegabilidad. Lo mismo que un coche que no pasa la ITV, una nave no puede surcar los mares sin tener los papeles en regla. Y más de la tercera parte de las embarcaciones de recreo matriculadas (no hay datos oficiales sobre las que navegan sin estar matriculadas) lo hacen. Para José Ramón González de Vega, experto de Comismar, esta falta de control sobre los yates y otras embarcaciones de recreo se ve facilitada por el hecho de que sólo se hacen unas 10.500 inspecciones reglamentarias al año.
Además, no se cumple la normativa: el real decreto 1434/1999 regula los reconocimientos y las inspecciones de las embarcaciones de recreo y señala que será "obligatoria la realización de reconocimientos adicionales después de haber sufrido varada, abordaje, serias averías por temporal u otro motivo, o averías en su maquinaria y demás elementos y componentes de la embarcación, que pueda afectar las condiciones de seguridad de navegación de la embarcación". "No se está informando a la Administración" de estos incidentes, denuncia este experto. González de la Vega sugiere un control mucho más exhaustivo por parte de la Administración respecto a la caducidad del certificado de navegabilidad de las embarcaciones de recreo, y más intercambio de datos entre la Dirección General de la Marina Mercante, las aseguradoras y las entidades colaboradoras de la Administración en materia de inspección técnica de las naves.
Pero no pasar la inspección técnica no es el único motivo de preocupación sobre la náutica de recreo. De las 234.500 embarcaciones de recreo matriculadas en España al finalizar 2010, solamente 164.707 cuentan con una póliza de seguros que cubra la Responsabilidad Civil, cuando según la normativa vigente ésta es obligatoria para "todos los objetos flotantes destinados a la navegación de recreo y deportiva propulsados a motor, incluidas las motos náuticas, así como aquellos que carezcan de motor y tengan una eslora superior a seis metros". Otras 88.604 embarcaciones de recreo cuentan con un seguro para Daños.
La conclusión no puede ser menos alarmante: la tercera parte de las naves de recreo que cruzan los mares españoles carece de seguro. ¿Cómo evitar esto? José Ramón González de Vega cree que hay que mejorar el cruce de información entre la Dirección General de la Marina Mercante y las compañías de seguros, de forma que se exija la póliza en el momento de la matriculación de la embarcación de recreo; que se obligue al propietario a informar si se ha producido un cambio en la compañía aseguradora de la nave; y también a la aseguradora a informar anualmente de las bajas que se produzcan.
El presidente de Comismar, Miguel Ángel Lamet, denunciaba en la última reunión de la Comisión Técnica Asesora que "demasiadas embarcaciones operan sin el certificado de navegación al día", lo que es responsabilidad de la Dirección General de la Marina Mercante. Pero también abroncaba a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, ya que considera que "las pólizas de seguros no deberían emitirse sin los certificados de navegación al día.
La directora general de la Marina Mercante, María Isabel Durántez, reconoce que es "una asignatura pendiente" de la Administración contar con datos "fiables" sobre las embarcaciones de recreo que operan en España. Y anuncia la elaboración de un registro. Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un plan para intensificar "la cultura de la seguridad en el mar". Porque "la prevención es el nudo gordiano". Los Servicios de Emergencia darán charlas en los puertos deportivos para evitar accidentes y sobre todo pérdidas de vidas humanas.
La inspección técnica no sólo garantiza el buen estado de la nave. También reduce el riesgo de accidentes. Contar con un seguro, ayuda a reducir el coste de un siniestro en una embarcación de recreo. Porque el coste medio en una reparación de un barco de recreo asciende a 5.600 euros, según Javier Bedate, un experto de Comismar en siniestralidad de embarcaciones de recreo. El siniestro más habitual es la colisión con otra embarcación, seguido de los daños producidos por el temporal o los golpes de mar. Por cierto, este experto critica que en muchas ocasiones el daño en la embarcación de recreo se produce por exceso de velocidad, pero el patrón lo atribuye al golpe de mar para eludir responsabilidades y para que se haga cargo del coste de la reparación la aseguradora.
No obstante, son los incendios los que provocan el mayor coste unitario en la reparación de una embarcación de recreo: más de 35.000 euros. Exactamente, 35.555 euros de media en los siete últimos años. Que se elevan a 51.622 euros en 2010. El hundimiento de la nave representa un coste de 18.507 euros de media entre 2004 y 2010, que sube a los 40.626 euros el pasado año. Y la nave varada o embarrancada ha pasado de un coste medio de 14.063 euros entre 2004 y 2010 a situarse muy cerca de los 50.000 euros este último ejercicio (49.611 euros).
Manuel Celma, de la aseguradora Metrópoli, destaca la importancia de la precisión del perito a la hora de fijar "correctamente" el capital por el que la compañía aseguradora debe indemnizar en caso de siniestro de la embarcación de recreo. Y señala los problemas que puede causar el hecho de que los costes de salvamento y la indemnización superen al capital asegurado en la póliza de seguros. En este sentido, opina que se dan muchos casos de insuficiencia en Daños Materiales, sobre todo cuando el siniestro es un incendio. Y que existe una desprotección cuando la embarcación se encuentre en seco o sea transportada fuera del mar. También detecta deficiencias del decreto del seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para embarcaciones de recreo cuando éstas participan en regatas o concursos de pesca, y especialmente si son de alquiler.
Cuando se piensa en las embarcaciones de recreo, la primera imagen es el yate de lujo. Pero de las 234.500 embarcaciones de recreo que estaban matriculadas al finalizar el pasado ejercicio, sólo 2.410 tienen más de 24 metros de eslora y menos de 30; 1.820 con más de 30 metros pero menos de 40; 580, con eslora de entre 40 metros y 50; y 420 con más de 50 metros de eslora. En total, unos 5.000 yates, de los que 2.820 pueden considerarse de lujo al contar con más de 30 metros de eslora.
Tampoco se tiene en cuenta el peso de la náutica de recreo en la economía española. Esta actividad aporta al PIB 113.737 millones de euros (15.000 millones de forma directa) y genera 5.536 empleos (1.057 directamente), según Alejandro Landaluce, director general de la Asociación Española de Empresas Náuticas (Anen). Cada empleo en este sector genera una media de 7,6. Hay una embarcación de recreo por cada 225 habitantes, 355 puertos deportivos y 126.963 amarres. El 70% de los barcos son de importación (fundamentalmente de otros países europeos). El 86,45% de estas embarcaciones tiene menos de ocho metros de eslora. Se ha notado la crisis, porque en 2010 las matriculaciones bajan un 11,59% en el caso de los barcos a motor (que son el 59,59% del total), pero el descenso es más pronunciado en los grandes (los de más de 18 metros de eslora caen el 30,56%) que en los pequeños (en los de ocho a doce metros disminuye seis veces menos, el 5,8%).

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