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El barco del Rey deja de navegar

«A nuestra edad, la alta competición es todo un riesgo por la gran exigencia física que se precisa», afirma José Cusí, armador y amigo del Monarca







El Rey, al timón de su barco, en una imagen tomada en julio de 2008.

El Rey, al timón de su barco, en una imagen tomada en julio de 2008. efe

Palma, Vanessa SÁNCHEZ 


Los días de regatas, al Rey le gustaba llegar de los primeros al puerto. Saludaba a los miembros de las diferentes tripulaciones, a los organizadores de la competición y después subía a bordo del «Bribón», su barco durante casi cuatro décadas. Allí conversaba, y mucho, con José Cusí, el armador barcelonés con el que comparte, además de una gran amistad, pasión por este deporte náutico. Precisamente fue Cusí quien ayer anunció por sorpresa que el Rey dejará la vela de alta competición el próximo 17 de septiembre, última jornada del trofeo «Conde de Godó». Ese día concluirá una época en la vela española. 

«Eso no significa que vayamos a dejar de navegar, pero si seguimos ya será en barcos más tranquilos. A nuestra edad, competir en un Transpac 52 es ya todo un riesgo por la gran exigencia física que se precisa, pero la afición no se pierde nunca», explicó el armador barcelonés, que, horas después, matizó sus declaraciones: la que deja la competición es la tripulación del «Bribón», barco que el Monarca ha patroneado en multitud de regatas hasta que dejó de competir en 2009. 

De hecho, en la pasada edición de la Copa del Rey de Vela, don Juan Carlos ni siquiera visitó el pantalán. Sólo presidió la breve entrega de premios que tuvo lugar en Ses Voltes, a los pies de la Catedral, y cenó, la primera noche de su llegada a Palma, con la tripulación del «Bribón» en un restaurante de Puerto Portals. Después, nada de barcos. En su lugar, y como viene siendo habitual en las últimas fechas, don Felipe ocupó su lugar. 

Mucho han vivido el Rey y Cusí a bordo de un velero que les ha dado alegrías y decepciones, premios y fracasos. Ejemplo de su palmarés son las cinco Copas del Rey, dos Sardinia Cup, doce Copas de España, 11 trofeos «Conde de Godó», una Copa de la Reina, tres trofeos «Príncipe de Asturias» y otras victorias que han logrado juntos desde 1972, año en el que, tras participar en las Olimpiadas de Múnich, el entonces príncipe Juan Carlos propuso a Cusí unir sus fuerzas y competir en el «Bribón», por aquellas fechas un One Tone de 9 metros de eslora. 

En todos esos años, el Rey y su armador han seguido intensamente todo tipo de deportes, tal como ayer recordaba Cusí. «Seguimos juntos los Juegos Olímpicos, campeonatos mundiales y europeos. Todos los días teníamos nuestro tiempo dedicado a la preparación de nuestros barcos para regatas: hablábamos de la tripulación, veíamos nuevos proyectos para el casco y velas». 

Y es que todo aquel que conoce al Rey no duda al señalar su gran afición por la vela. De hecho, durante sus estancias en Mallorca, a don Juan Carlos siempre se le ha visto feliz al timón. Así lo corrobora Javier Sanz, presidente del Comité Organizador de la Copa del Rey de Vela, en charlas distendidas con los medios de comunicación, y así lo subrayó en diversas entrevistas Enrique Puig, impulsor de esta regata, fallecido hace ahora casi tres años. «Si no estuvieran el Rey y sus hijos, no habría regata. Ellos le han dado un impulso enorme y, para la gente, es atractivo competir con ellos».

Fuente: lne.es

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