Aunque las condiciones en las que estrenó el puerto deportivo que siempre había soñado no fueron las ideales para sacar adelante un negocio, el empresario gijonés Juan Atorrasagasti no se muestra descontento con los ocho primeros meses de vida de Marina Yates del Principado en los muelles de La Osa. La instalación, pendiente aún de su inauguración oficial, alcanzó un 30% de ocupación con barcos que han fijado base en sus pantalanes y este verano empezó a recibir algunas embarcaciones en tránsito, entre ellas un espectacular barco inglés, de 28 metros de eslora, que realizaba travesía con rumbo a Cascáis.

En ese contexto de desarrollo todavía incipiente, Juan Atorrasagasti informó a EL COMERCIO de que la cafetería, otorgada en concesión a la misma empresa hostelera que explota el restaurante de El Musel, será inaugurada en los próximos días, previsiblemente a finales de esta misma semana.

A Juan Atorrasagasti no le falta experiencia en el mundo de la náutica, ya que no sólo tiene exposición y venta de embarcaciones en las dársenas de Fomento, sino que también se ocupa del mantenimiento de lanchas en seco. Sin embargo, las referencias para saber si el turismo náutico es este año mejor o peor que otros empezará a tenerlas en 2010, cuando el nuevo puerto deportivo de La Osa cumpla su primer año de existencia.

De momento, de los aproximadamente ocho meses transcurridos desde que Marina Yates del Principado empezó a recibir barcos en sus pantalanes, Juan Atorrasagasti realiza un balance básicamente positivo, aunque sin dejar de señalar que la crisis se nota en todas las instancias y que los «brotes verdes» aún no son perceptibles en el sector náutico.

Desde el pasado enero, el nuevo puerto deportivo de La Osa ha captado cerca de 40 barcos que establecieron su base en El Musel y, aunque la campaña divulgativa en puertos extranjeros y revistas especializadas está dando sus primeros pasos, cerca de una docena de embarcaciones pasaron este verano por los atraques dedicados a tránsito. El más espectacular, recuerda Atorrasagasti, fue un barco de 28 metros de eslora y pabellón del Reino Unido, si bien la media fue de entre 10 y 12 metros de eslora.