Los primeros regatistas de la ARC ya están en el Muelle Deportivo
"Venir desde Noruega es más complicado que ir a Santa Lucía", dice una familia
Los primeros regatistas de la ARC ya están en el Muelle Deportivo
E. ARDOY
Los noruegos Tom y Christine participarán por primera vez el próximo 22 de noviembre en la regata Atlantic Rally for Cruisers (ARC) que une cada año las islas de Gran Canaria y Santa Lucía, en el Caribe. A bordo del Maggy V les acompañan en esta aventura sus hijos, Einar y Nina, de ocho y nueve años, respectivamente.
"La travesía desde Noruega a Gran Canaria es más complicada que la de aquí a Santa Lucía", explica Tom, padre y jefe de la expedición. "Hemos tardado tres meses en llegar", añade. Tom asegura que viajar con niños es diferente -por ejemplo, tienen que hacer más paradas intermedias debido a las condiciones meteorológicas- pero que no resulta en absoluto peligroso. "Llevamos miles de medicinas a bordo", bromea. "Si alguno se pone enfermo, no hay problema", sonríe.
La familia de Tom no es la única que participa en la regata. Los daneses Kim y Lina también decidieron este año formar parte del encuentro junto a sus hijos Celeste, de 14 años, y Oliver, 12. Pese a lo entretenido del viaje, Celeste reconoce que echa de menos a sus amigos.
El pantalán en el que está atracado su barco es el más animado del Muelle Deportivo. Los barcos que participan en esta regata están todavía llegando a la Isla. Muchos sólo llevan a bordo la tripulación que prepara las embarcaciones para la llegada de los propietarios. Es el caso del holandés Michel Tenbosch, que ayer daba los últimos retoques a Ithaka, cuya construcción costó a su dueño ocho millones de euros.
La mayoría de los integrantes no tienen expectativas de ganar la regata, lo hacen sólo por el placer de atravesar el océano Atlántico. "Queríamos atravesar el océano y de esta manera vamos acompañados. Es peligroso hacerlo solos. Aquí hay barcos muy veloces y la competición es muy dura", explicaba ayer Tomo en su barco Oasis. "No lo hacemos para ganar. Con no quedar los últimos nos conformamos", decía el austriaco, que participa en la regata con tres personas más. La organización del evento, que cuenta actualmente con una treintena de trabajadores en la capital grancanaria, es la encargada de hacer más amena la estancia, a través de fiestas, excursiones o charlas.
Fuente: www.laprovincia.es
